Su navegador no soporta Javascript! Los Fenicios - Elegía Contra Tiro

Elegía Contra Tiro


El Antiguo Testamento representa una importante fuente de información sobre la historia de los fenicios, Más particularmente en lo que pertenece a sus relaciones con el vecino reino de Israel. la amistad y los convenios entre Hiram, rey de Tiro, y Salomón, rey de Israel, siguen siendo los más significativos. Pero a partir del siglo VIII aC, los profetas se vuelven críticos del poder y la riqueza de Tiro. En su oráculo contra la ciudad de Tiro, El profeta Ezequiel (Antiguo Testamento - Ezequiel 27) habla en nombre de Yahweh mencionando al comercio tirio y comparando la ciudad con un bote.




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(27-1) Vino a mí palabra del Señor, diciendo:

(27-2) Tú, hijo de hombre, entona una lamentación sobre Tiro.

(27-3) Dirás a Tiro, que está asentada a las orillas del mar, la que trafica con los pueblos de muchas costas: Así ha dicho Jehová, el Señor: "
Tiro, tú has dicho:
Yo soy de perfecta hermosura.

(27-4) En el corazón de los mares están tus límites; tus edificadores perfeccionaron tu hermosura.

(27-5) De los cipreses de Senir te han hecho todas tus tablas; del Líbano han tomado un cedro para hacerte un mástil,

(27-6) De encinas de Basán han hecho tus remos;
tu cubierta de boj de las costas de Chipre han incrustado con marfil.

(27-7) De lino fino bordado de Egipto era tu vela para que te sirviera de distintivo;
de azul y púrpura de las costas de Elisa era tu pabellón

(27-8) Los habitantes de Sidón y de Arvad eran tus remeros;
tus sabios, Tiro, estaban a bordo; eran tus pilotos.

(27-9) Los ancianos de Gebal y sus mejores obreros estaban contigo reparando tus junturas;
todas las naves del mar y sus marineros estaban contigo para negociar con tus productos.

(27-10) Los persas, los de Lud y los de Fut eran en tu ejército tus hombres de guerra. Colgaban en ti el escudo y el yelmo, manifestaban tu esplendor. (27-11) Los hijos de Arvad, con tu ejército, estaban en tus murallas todo alrededor, y los gamadeos estaban en tus torres. Colgaban sus escudos en tus murallas todo alrededor; ellos perfeccionaban tu hermosura.

Grabado de Tiro
En esta grabado de Tiro (vista desde el mar) mostrando la llegada de los peregrinos en el puerto del meridional, distinguimos las torres con techos dentados de la catedral. Fue construido por los cruzados después de la captura de la ciudad en 1124, a partir de elementos de los monumentos más antiguos , incluyendo cuatro columnas "doradas e incrustadas con piedras preciosas" extraídas del templo del dios Melqart.(F.B-C & E.G., ver bibliografía)


(27-11) Tarsis era tu cliente por la abundancia de toda riqueza; con plata, hierro, estaño y plomo pagaban tus mercancías.

(27-12) Javán, Tubal y Mesec comerciaban contigo; con hombres y con utensilios de bronce pagaban tus productos.

(27-13) Los de Bet-togarmá daban caballos y corceles de guerra y mulos por tus mercancías.

(27-14) Los hijos de Dedán comerciaban contigo. Muchas costas eran clientes tuyas; colmillos de marfil y madera de ébano te traían como pago.

(27-15) Aram era tu cliente por la abundancia de tus productos; pagaban tus mercancías con turquesas, púrpura, bordados, lino fino, corales y rubíes.

(27-16) Judá y la tierra de Israel comerciaban contigo; con trigo de Minit, tortas, miel, aceite y bálsamo pagaban tus productos.

(27-17) Damasco era tu cliente por la abundancia de tus productos, por la abundancia de toda riqueza, por el vino de Helbón y la lana blanca.

(27-18) Vedán y Javán pagaban tus mercancías desde Uzal; hierro forjado, casia y caña dulce estaban entre tus productos.

(27-19) Dedán comerciaba contigo en mantas para cabalgaduras.

(27-20) Arabia y todos los príncipes de Cedar eran clientes tuyos: comerciaban en corderos, carneros y machos cabríos; en estas cosas eran tus clientes.

(27-21) Los comerciantes de Sabá y de Raama comerciaban contigo; con lo mejor de todas las especias, y con toda clase de piedras preciosas y oro pagaban tus mercancías.

(27-22) Harán, Cane, Edén, los comerciantes de Sabá, de Asiria y de Quilmad comerciaban contigo.

(27-23) Ellos comerciaban contigo en lujosos vestidos, en mantos de azul y bordados, en tapices multicolores, en cordones firmemente trenzados, que había entre tus mercancías.

(27-24) Las naves de Tarsis eran las portadoras de tus productos.
Fuiste repleta y muy gloriosa en el corazón de los mares.

(27-25) A muchas aguas te condujeron tus remeros;
el viento solano te destrozó en el corazón de los mares.

(27-26) Tus riquezas, tus mercancías, tu comercio, tus marineros y tus pilotos,
tus calafates, tus agentes comerciales,
y todos los hombres de guerra que hay en ti, con toda tu tripulación que en medio de ti está, caerán en el corazón de los mares
el día de tu derrota.

(27-27) A la voz del grito de tus pilotos se estremecerán las praderas.

(27-28) Y descenderán de sus naves todos los que empuñan el remo;
los marineros y todos los pilotos del mar se quedarán en tierra.

(27-29) harán oír su voz por ti y gritarán amargamente.
Echarán polvo sobre sus cabezas, se revolcarán en ceniza,

(27-30) se raparán la cabeza por tu causa y se ceñirán de cilicio.
llorarán por ti, en la amargura de su alma, con amargo duelo.

(27-31) Elevarán por ti una elegía en su llanto y se lamentarán por ti:
‘¿Quién como Tiro, como la silenciosa en medio del mar?’

(27-32) Todos los habitantes de las costas están pasmados por causa tuya,
sus reyes están aterrorizados sobremanera, demudados sus rostros.

(27-33) Los mercaderes entre los pueblos te silban,
te has convertido en terrores, y ya no serás más !




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